Ayer en la gala de los Goyas, como es habitual, todos los premiados tienen un minuto para realizar agradecimientos. Es divertido ver lo nerviosos que están y cómo hacen sus minidiscursos e intentan halagar a todo su entorno. “Gracias al equipo técnico que son muy buenos, al director que tanto le debo, a la academia por el premio, a mi compañera que es una crack….”
Esto me ha hecho pensar que realizar buenos halagos es algo que realmente nos cuesta. Cuantas veces has recibido un halago que ha podido cambiar el rumbo de tu día. ¿Qué mejor detalle que hacer eso por alguien? Además cuando destacas lo bueno de una persona, te enfocas en lo positivo y esto automáticamente también mejora tu humor. Los elogios sinceros tienen más beneficios de los que imaginas.
¿Cómo realizar cumplidos o halagos que realmente sean acertados y lleguen a la persona halagada?
Aquí van algunos consejos:
- Haz halagos específicos: en vez de decir “buen trabajo”, cuando más concreto seas en comentar qué ha hecho bien, más sincero se percibirá el elogio. Por ejemplo, “has hecho una muy buena presentación del proyecto delante de los clientes, enhorabuena”
- Espera la ocasión adecuada. El momento sí importa en estos casos. A veces hacer halagos en situaciones tensas o no apropiadas, causa un efecto contrario al deseado. Asegúrate que es un buen momento y la persona te puede escuchar y estar abierta a recibir el cumplido.
- Sé original: no digas siempre lo mismo o destaques hechos evidentes. Intenta buscar características propias o diferentes para demostrar que valoras realmente a la persona y le prestas atención. No caigas en tópicos repetidos.
- Sé consecuente con el esfuerzo realizado. No es lo mismo hacer un buen café que realizar una reforma integral de un piso. Si la tarea es más difícil, haz un halago más largo y descriptivo que para una tarea corta y sencilla.
- Elogia a la gente cuando no están delante: esto demuestra sinceridad y no querer hacer peloteo. Al final, todo se sabe.
- Agradece lo frecuente, no solo lo excepcional. Haz reconocimientos a personas que son constantes también. “De todos los días que he venido a trabajar, siempre eres la más puntual de la oficina”.
- No mezcles cumplidos y favores. Si realizas un elogio y al momento pides un favor, éste perderá toda credibilidad y fuerza.
Te animo a que durante esta semana hagas 5 elogios al día. Verás como se crea una espiral positiva y cuantos más elogios sinceros das, más gratitud y felicidad recibes.
Te reto a que lo pruebes y me cuentes.
El que guarda un elogio, se queda con algo ajeno. Pablo Picasso.