Igual que las empresas, las personas también necesitamos definir nuestra visión, misión y valores conceptos sobre nosotros mismos para poder construir nuestro plan de marca personal y definir hacía donde nos dirigimos.
Cuando tenemos una meta que nos motiva, el esfuerzo diario cobra sentido. Como muestra, esta historia que me encanta:
Acercando estos tres conceptos empresariales al ámbito personal podríamos definirlos así:
La visión define qué queremos lograr en un futuro/ en la vida. Sin un rumbo es difícil llegar a buen puerto y ser el protagonista de tu vida. Escucha lo que tu instinto te dice y no te pongas barreras. El primer paso para llegar alto es apuntar alto.
La visión se puede separar en diferentes ámbitos, a nivel personal y profesional. Un ejemplo puede ser a nivel personal: “ser una madre y esposa, cariñosa, valorada, positiva e inspiradora“ y a nivel profesional: “convertirse en un referente en el mundo del marketing personal y contribuir a la felicidad de las personas.”
La misión detalla tu contribución a la visión, qué vas a hacer para lograrla. Es el objetivo genérico a largo plazo de lo que queremos lograr.
Por ejemplo, si tu visión es “ser un referente del mundo profesional de la marca personal y contribuir a la felicidad de las personas”, tu misión puede ser: “ayudar y contribuir a mostrar el valor de las personas a través motivarlas y apoyarlas en el descubrimiento y comunicación de sus talentos”.
No hay una misión incorrecta, simplemente tiene que definir lo que tú quieres realizar para poder alcanzar tu sueño, lo que tú quieras aportar para que éste se haga realidad.
Nuestros valores definen los límites que no queremos cruzar. Nos guiaran en la toma de decisiones para saber hasta dónde queremos llegar y a qué no vamos a renunciar.
Algunos ejemplos de valores pueden ser: Elige diez y prioriza tus valores. Describe qué significan para ti. La descripción te ayudará a entenderlos mejor y concretarlos.
Define tu visión, misión y valores y ya tendrás un rumbo al que dirigir tu marca personal. No navegues a la deriva…
Próximo paso: Definición de objetivos y metas
Cuando tenemos una meta que nos motiva, el esfuerzo diario cobra sentido. Como muestra, esta historia que me encanta:
Se cuenta que en la Edad Media, tres albañiles trabajaban duro en una construcción bajo el sol, cuando llegó un visitante y les preguntó qué estaban haciendo.
El primer albañil, trabajando arduamente, respondió: “Estoy cortando esta piedra.”
Luego el segundo albañil, aunque menos enojado, respondió: “Estoy construyendo un muro.”
El tercer albañil, respondió con el rostro radiante: “Estoy construyendo una gran catedral que va a perdurar en los siglos venideros.”¿Tú, qué quieres lograr con tu trabajo? ¿Y con tu vida?
Acercando estos tres conceptos empresariales al ámbito personal podríamos definirlos así:
La visión define qué queremos lograr en un futuro/ en la vida. Sin un rumbo es difícil llegar a buen puerto y ser el protagonista de tu vida. Escucha lo que tu instinto te dice y no te pongas barreras. El primer paso para llegar alto es apuntar alto.
La visión se puede separar en diferentes ámbitos, a nivel personal y profesional. Un ejemplo puede ser a nivel personal: “ser una madre y esposa, cariñosa, valorada, positiva e inspiradora“ y a nivel profesional: “convertirse en un referente en el mundo del marketing personal y contribuir a la felicidad de las personas.”
La misión detalla tu contribución a la visión, qué vas a hacer para lograrla. Es el objetivo genérico a largo plazo de lo que queremos lograr.
Por ejemplo, si tu visión es “ser un referente del mundo profesional de la marca personal y contribuir a la felicidad de las personas”, tu misión puede ser: “ayudar y contribuir a mostrar el valor de las personas a través motivarlas y apoyarlas en el descubrimiento y comunicación de sus talentos”.
No hay una misión incorrecta, simplemente tiene que definir lo que tú quieres realizar para poder alcanzar tu sueño, lo que tú quieras aportar para que éste se haga realidad.
Nuestros valores definen los límites que no queremos cruzar. Nos guiaran en la toma de decisiones para saber hasta dónde queremos llegar y a qué no vamos a renunciar.
Algunos ejemplos de valores pueden ser: Elige diez y prioriza tus valores. Describe qué significan para ti. La descripción te ayudará a entenderlos mejor y concretarlos.
Define tu visión, misión y valores y ya tendrás un rumbo al que dirigir tu marca personal. No navegues a la deriva…
Próximo paso: Definición de objetivos y metas