Hay muchos ejemplos que demuestran que se pueden ser madre y tener una carrera profesional de éxito, aunque eso no quiere decir que no siga siendo un gran reto para miles de millones de mujeres que hacen cada día juegos malabares para cumplir con ambas facetas de la vida. Por eso, porque sé que no es fácil, te propongo estrategias para poder llevarlo lo mejor posible, y empezamos por lo que puedes hacer con tu mentalidad.
Recuerda que la mentalidad contribuye al 80% de los resultados.
La buena noticia es que la puedes entrenar para que día a día tu forma de pensar contribuya a que te acerques a tus metas personales y profesionales.
- No te culpes. Para tus hijos siempre serás la mejor madre que podrían haber tenido. No somos perfectas, somos reales. Deja la culpa a un lado y utiliza esa energía para disfrutar de lo que estés haciendo. Cuando estés con tu hijo, disfruta de él y cuando estés en el trabajo, céntrate en lograr los mejores resultados.
- Sé consciente que tendrás bajones, es normal. Aquí nadie se salva. La maternidad es un torbellino constante de emociones positivas y negativas. Es una experiencia intensa que nos hace pasar de la euforia más absoluta porque nuestro hijo ha logrado un gran pequeño paso al enfado más profundo porque de repente no quiere hacer nada de lo que le pedimos. Tomar distancia te ayudará a relativizar en los peores momentos.
- Entiende que tú eres la más importante. Si no estás bien, tu familia tampoco. Intenta dedicar un poco de tiempo a ti misma y mantente motivada. Un estudio reciente que reveló Alison Bear, editora de Harvard Business Review, muestra que los niveles de estrés crónico de las madres con dos hijos que trabajan a tiempo completo son un 40 por ciento más altos que el de las mujeres sin hijos que trabajan a tiempo completo. De allí la importancia de dedicar tiempo a otras actividades o hobbies que nos relajen y nos permitan desarrollar otras facetas. Así, que aunque solo sea una hora de zumba, de correr, de saltar, de bailar, busca algo. En mi libro “MamaBoss” comparto el mantra “Como te tratas, te tratan”, destacando lo importante que es que una misma se priorice para poder estar bien y así ser ejemplo para los demás.
- No eres débil por pedir ayuda. Busca apoyo. Tu pareja, tu familia o amigos son una red de apoyo. Hacer de nuestra pareja un verdadero apoyo nos ayudará a seguir progresando. Este es uno de los pilares del éxito de Sheryl Sandberg, Directora de Operacionese Facebook, a través de la TED Talk “¿Por qué tenemos tan pocas mujeres directivas?”. Otro ejemplo es Lynda Clarizio, vicepresidenta senior de M&A Desarrollo Corporativo de America Online, que citada por Harvard Business School, atribuye su éxito a tener un excelente apoyo tanto en su equipo de trabajo como en su hogar. Así que pide ayuda tanto en tu vida familiar como en tu vida profesional, delegando todas esas tareas que puedas para tener tiempo para lo que de verdad importa.
- No te vayas o excluyas antes que alguien lo haga por ti. El sesgo de la maternidad influye en que se piense que cuando somos madres, priorizamos nuestros hijos y dejamos de estar comprometidas con nuestro trabajo y este prejuicio es tan fuerte que incluso antes de tener hijos, nos empezamos a descartar profesionalmente. Sheryl Sandberg aconseja a las mujeres seguir esforzándose en su carrera hasta el último momento: ¨Cuando la mujer empieza a pensar en tener un bebé deja de buscar un ascenso, ya no asume nuevos proyectos y empieza a retirarse silenciosamente” con el tiempo, te vas a arrepentir porque verás las oportunidades que has perdido por no seguir estando al pie del cañón. No te vayas antes de tiempo, mantén el pie en el acelerador hasta el día que necesites irte a hacer una pausa para tener un hijo ¨. Y cuando vuelvas al trabajo, deja muy claras tus prioridades a tus superiores para que sepan que sigues estando comprometida con lo que haces.
- Prepárate mentalmente porque habrá momentos puntuales en los que tendrás que hacer sacrificios. Lidia González, piloto de Qatar Airways, tuvo que hacer el gran sacrificio de dejar por cinco meses a su bebé aún en periodo de lactancia en España mientras se preparaba para su nuevo trabajo en el Emirato. Ella nos cuenta “Sin dejar de lado a la familia, tienes que pensar en ti y en lo que quieres. Si el esfuerzo que vas a hacer merece la pena, tienes que luchar por ello… Hay días muy malos, pero el tiempo pone las cosas en su sitio”, nos aconseja Lidia. En mayor o menor medida, todas tenemos que hacer sacrificios en momentos que no deseamos separarnos de nuestros hijos, por eso es importante tener muy claro lo que te aporta tu trabajo y también motivarnos al ver los resultados que vamos obteniendo.
- No pienses que por trabajar menos horas, tiene menos valor lo que haces. No midas tu trabajo por el tiempo, sino por objetivos. Muchas madres sienten que hacen menos en el trabajo porque se han cogido jornadas reducidas, pero al final desempeñan igual las mismas tareas que antes. El tiempo es flexible. Cuanto más tienes más gastas. El reducir la jornada te ayuda a ser mucho más productiva y saber priorizar mejor todas tus tareas. Es importante que pongas encima de la mesa todo lo que estás haciendo para que no sea invisible.
- Entiende las ventajas que tienen tus jefes y compañeros por trabajar contigo y comunícalas. Según un el libro Maam, Maternidad como master, la maternidad trae innumerables beneficios que pueden aplicarse al ámbito laboral, entre ellos la mejora en la gestión de tiempo, en la gestión de la complejidad y el cambio, en la resolución de problemas, e incluso aprendemos a delegar mejor. La maternidad te transforma personalmente y en consecuencia se convierte en una oportunidad para el desarrollo profesional.
- Si trabajas, ayudas a tus hijos. Una carrera exitosa le da a una mujer un sentido de identidad, independencia financiera, una perspectiva más amplia, una mejor capacidad de resolución de problemas y mucha positividad. Estos factores aumentarán tu confianza en todas las áreas de tu vida, incluida la maternidad. Ser madre te hace ser mejor profesional y recíprocamente, ser una mejor profesional también te ayuda a ser mejor madre, siendo un buen ejemplo para tus hijos.
- Busca seguir motivada en el trabajo. Conéctate con tu “para qué”. Ten claro la aportación y el impacto de tu trabajo. Esto te ayuda a creer en ti, a recargarte, motivarte y seguir luchando.
La maternidad no puede ser una excusa para estancarnos profesionalmente. No hay recetas mágicas, pero lo que sí es cierto es que todo depende de ti y de tu mentalidad para afrontar tus retos profesionales y conciliar de la forma en que te sientas mejor. ¡Ánimo madres!