Desmontando falsos mitos sobre madres y mujeres trabajadoras

POR LAIA ARCONES

Son muy comunes algunas creencias sobre las mujeres trabajadoras y sobre cómo afecta la maternidad a las profesionales cuando vuelven al mundo laboral. Puede que a ti te haya pasado también cuando te reincorporaste al trabajo y tuviste que afrontar algunos prejuicios sobre las madres trabajadoras que son totalmente infundados.

Vamos a desmitificar 5 falsas creencias y veremos qué podemos hacer para hacerles frente, en vez de quedarnos de brazos cruzados.

  • La maternidad hace que las mujeres se comprometan menos con su trabajo.

El hecho de tener un hijo es la responsabilidad más importante de tu vida. El hecho de criarlo y cuidarlo cada día es una carga adicional que mayoritariamente recae en 9 de cada 10 mujeres, pero ello no significa que dejen de hacer su trabajo de forma excelente.

Por ejemplo, este estudio estadounidense concluye que las mujeres son más productivas a lo largo de su carrera profesional si tienen hijos. Rinden más que las que no tienen, pero también despuntan respecto a los hombres.

Y es que somos leonas, luchadoras dentro y fuera de casa. Como decía Estée Lauder: “Nunca soñé con el éxito. Trabajé para llegar a él.”

Consejo: cree en ti, demuestra tu excelencia y no dejes de buscar en qué puntos puedes ser mejor día a día.

  • No se puede conciliar una carrera laboral de éxito y una vida familiar feliz.

A veces se piensa que no es posible ser buena madre y buena profesional a la vez, pero eso no es cierto. Tenemos infinidad de ejemplos públicos que aunque no sea sencillo lo han logrado: periodistas, cantantes, chefs, directivas, emprendedoras,…

El problema es que intentamos abarcar mucho y nos cuesta decir que no cuando nos piden ayuda. La sociedad nos impone altos niveles de exigencia que nos pueden llegar a provocar frustración, si no sabemos alzar la vista y ver todo lo que sí estamos logrando.

Consejo: Ponle foco a todo lo que hagas. Di que no a aquello que te aleje de tus objetivos y céntrate en lo realmente importante.

  • Las madres trabajadoras no tienen ambición para progresar profesionalmente.

A menudo nos sucede que trabajamos como hormiguitas a la espera de que nos reconozcan nuestra labor. Hacemos nuestro trabajo con esmero esperando que nos descubran y digan lo buenas que somos ¿Y si eso nunca sucede? ¿Eso significa que no seamos ambiciosas?

De varios estudios, entre ellos de éste de Accenture, se deduce que las madres se preocupan más por mejorar en su puesto de trabajo que las mujeres que no lo son, aunque no lo verbalizan tanto.

Consejo: expresa tu ambición, pide lo que te gustaría y toma la iniciativa en tu carrera profesional.

  • Las madres profesionales no están capacitadas para ser buenas líderes

Al contrario, somos líderes experimentadas, ya que en casa hemos sido ejemplo y referente para nuestros hijos y hemos desarrollado muchas cualidades imprescindibles para ser unas buenas líderes: empatía, creatividad, resiliencia, planificación… Como dice el refrán: “La experiencia es un grado”, así que la experiencia de la maternidad será un doctorado.

Consejo: busca tus fortalezas y logros personales para demostrar tus cualidades.

  • A las mujeres no les gusta trabajar juntas, se pisan unas a las otras 

Si por algo nos caracterizamos las mujeres es por nuestra capacidad de hacer comunidad, de juntarnos para compartir. ¡Si hasta vamos al baño juntas! Y más después de ser madres, cuando tenemos algo en común, nos encanta compartir nuestra experiencia, nuestras inquietudes, nuestros logros, nuestros aprendizajes…

Consejo: apóyate en otras mujeres y crea lazos que permitan relaciones recíprocamente positivas.

Y después de todo esto, ¿aún tienes alguna duda de que la maternidad te empodera? La experiencia de ser madres nos convierte en mejores personas y en mejores profesionales. Tenemos que trabajar no solo para serlo, sino también para parecerlo. Que nada te impida comunicar todos tus talentos y lograr tus objetivos profesionales.

¿Quieres saber más? No te pierdas mi libro: MamaBoss, con 88 estrategias para dejar de ser invisible.

También te puede interesar